A continuación transcribimos un articulo aparecido en el Blog del fabricante Induquim acerca de los diferentes agentes desinfectantes:

Alcalino clorados

Son productos químicos basados en distintas formulaciones derivadas del cloro, principalmente el hipoclorito sódico. El hipoclorito es un desinfectante de amplio espectro, lo cual lo hace eficaz frente a toda clase de microorganismos, como bacterias, hongos, mohos, levaduras, esporas o virus.

Basan su eficacia desinfectante en el potente efecto oxidativo que realizan sobre los microorganismos, dañando la pared celular y citoplasmática e inhibiendo los procesos enzimáticos. Son productos para utilizar muy diluidos en agua. Pueden ser espumantes y no espumantes, y tienen una gran capacidad de blanqueo de superficies, lo que les hace ideales para superficies manchadas de pigmentos, especias, sangre…Además tienen un poder de limpieza y desengrasado muy elevado.

Sin embargo, hay que tener en cuenta que su poder oxidativo puede corroer los metales blandos como el aluminio y que a temperaturas elevadas (a partir de unos 60-70ºC) genera vapores.

 

Amonios cuaternarios

Las sales de amonio cuaternario no son un único compuesto químico, son una amplia variedad de principios activos que derivan todos ellos de un proceso llamado alquilación de las aminas terciarias. Mediante esta alquilación se obtienen productos como el cloruro de benzalconio o el cloruro de didecildimetilamonio. Son tensioactivos catiónicos en sí mismos, lo que les da gran poder de humectación y espumado.

Actúan dañando la membrana citoplasmática, inhibiendo los procesos de respiración celular. Son un desinfectante de amplio espectro eficaz frente a bacterias, hongos y virus, pero no presentan tanta eficacia como el cloro frente a mohos o levaduras. Su principal virtud es que son productos muy poco alcalinos que no dañan ni oxidan ningún tipo de superficie, lo que los hace adecuados para su uso en ambientes muy domésticos. No generan vapores ni olores anómalos. Son perfectos para turnar con el cloro y así evitar el desarrollo de resistencias microbianas.

Al ser un potente tensioactivo, tienen tendencia a generar espuma, lo que limita un poco su utilización en procesos de recirculación donde se necesitan productos antiespumantes. Son un gran limpiador general con una buena capacidad de desengrasado de superficies, sin llegar a la potencia de los productos clorados.

 

Ácido peracético

El ácido peracético es un potente desinfectante cuya principal virtud es que se transforma en peróxido de hidrógeno (agua oxigenada) y ácido acético, mejorando así su impacto medioambiental. Actúa de manera similar al cloro, generando una potente oxidación de la pared celular que elimina a la mayor parte de bacterias, hongos, esporas…

Es un compuesto antiespumante por si mismo, lo que facilita su proceso de aclarado y lo hace ideal para las limpiezas CIP por recirculación, al disminuir los gastos energéticos y de agua derivados de la limpieza. Hay que tener su eficaz efecto oxidativo, puesto que puede dañar superficies blandas al igual que el cloro. Se puede utilizar como desinfectante en concentraciones muy bajas, lo que lo hace muy económico en su coste en uso.

Se debe manipular con precaución, puesto que genera algunos vapores y tiene una elevada acidez.

 

Alcohol

Los desinfectantes en base alcohol pueden estar compuestos por una gran variedad de distintos principios activos que según su número de carbonos pueden variar su peso molecular.

El alcohol es un potente desinfectante a una concentración de en torno al 70%, generando un daño irreversible en las proteínas esenciales (las desnaturaliza) al penetrar por la pared del microorganismo y alcanzar las proteínas del citoplasma. Genera un potente efecto de deshidratación de los microbios.

Su eficacia es principalmente bactericida y viricida, lo que lo ha hecho un producto de elección frente al SARS-CoV-2. Los productos en base alcohol tienen una elevadísima capacidad de evaporación, lo que les hace ideales para desinfecciones rápidas entre clientes y en zonas de mucho tránsito de personas. No generan daño en las superficies, con lo que son un buen limpiador desinfectante multisuperficie.

Su poder de limpieza es más bajo que el del cloro o el amonio cuaternario, pero se hace un producto de elección para la desinfección en lugares de cara al público por su inocuidad y facilidad de uso.

 

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